En el artículo anterior de esta serie argumentamos las razones por las que la supuesta
vulnerabilidad de los sistemas Windows están basados más en sus
operadores que en el sistema operativo en sí. Sin embargo, es
difícil demostrar explícitamente este tipo de afirmaciones cuando
hay tan pocos incentivos para los desarrolladores de sistemas de
vulneración para desarrollar código ofensivo dirigido a atacar
Linux, por ejemplo. Con la idea de ir un poco en contra de esta
tendencia, decidí invertir una tarde para seleccionar alguna técnica
de vulneración en Windows y ejecutarla en Linux, demostrando así
que el hacking es igual de sencillo. No importa a quien se lo hagan.
La técnica ganadora fue la bien
conocida técnica del “executable dropper.” Los programas que se
utilizan para ejecutar esta técnica de ataque a veces son llamados
“joiners” o “binders.” Todos estos términos son técnicamente
incorrectos, sin embargo, la técnica es muy fácil de describir. La
idea es crear un ejecutable que parezca un archivo completamente
distinto y que pueda interesar a tu víctima. Una vez la víctima es
convencida de “abrir” este troyano, el contenido esperado es
mostrado, sin embargo, al mismo tiempo, el código malicioso es
ejecutado silenciosamente. Con éste último, el atacante obtiene
control total del equipo de su víctima sin que ésta tenga la más
mínima sospecha. Como ejemplo de este ataque en Windows, hace poco
ví un video bastante interesante:
Inspirados en este video, decidí
diseñar mi solución para Linux con los siguientes requerimientos:
- Creación automática del ejecutable troyano.
- La ejecución del troyano debe desplegar el archivo original y al mismo tiempo el payload requerido por el atacante.
- La selección de la aplicación que finalmente abre el contenido legítimo debe hacerse de forma automática (como sucede en Windows).
- El payload debe ser arbitrario y debe poder integrarse con Metasploit.
- La interacción requerida por el usuario no debe ser mayor a hacer un doble click sobre el troyano, de la misma forma que sucede en el caso de Windows.
- La solución debe ser lo suficientemente flexible para poder modificar el ejecutable resultante y poder evadir soluciones antivirus fácilmente.
Para el primer punto, la decisión es
muy fácil. Usando cualquier lenguaje de scripting, desde Kali linux
tenemos todas las herramientas que necesitamos para la creación del
binario final. Yo selecioné python, pero casi cualquier otro debe
ser igual de efectivo. Ahora bien, para el binario final, podemos
usar casi cualquier cosa también, sin embargo, yo decidí utilizar
un ejecutable en format ELF para hacerlo lo más equivalente al caso
de Windows. Es posible que selecciones de otros formatos tengan
resultados iguales o incluso mejores, como veremos más adelante.
Para el segundo punto, la solución
también es muy sencilla. El ejecutable simplemente debe hacer un
“fork()” y ejecutar en el proceso hijo, nuestro payload. Para ésto, utilizamos la bien conocida técnica de "cast to a function". Esto implica que debemos recordar compilar sin las contramedidas de stack no ejecutable, etc. Mientras
tanto, en el proceso padre, ejecutamos las instrucciones que sean
necesarias para desplegar el archivo original. El esqueleto de
nuestro programa en pseudo-C sería más o menos así:
#include <stdio.h>
#include <stdlib.h>
%s
unsigned char host[] = {%s};
unsigned char host_output[] = "/tmp/%s";
FILE * fp;
pid_t p;
int main(void){
fp = fopen(host_output, "w");
fwrite(host,1,sizeof(host),fp);
fclose(fp);
p = fork();
if (p == 0){
((void (*)()) buf)();
} else {
system("xdg-open /tmp/%s");
}
}
en donde tenemos que reemplazar esos %s
con los siguientes strings:
%
(payload,byte_array_with_original_data_file,host_file_name,host_file_name)
La variable “payload” es sencilla
de poblar, simplemente usamos el resultado de msfvenom con formato C
(opción -f c). La variable “byte_array_with_original_data_file”
no es más que la representación en bytes del archivo original, al
que queremos “troyanizar.” Finalmente, la variable
“host_file_name” no es más que el archivo original, que lo
usamos tanto para el nombre final de nuestro troyano, como para
obtener los bytes que estarán embebidos en nuestro ejecutable final.
Despues de armar este string con
python, lo único que hace falta es
compilarlo con las “flags” adecuadas y listo. Tenemos nuestro propio “binder” para Linux que sirve para cualquier tipo de archivo. Esto quiere decir que podemos “troyanizar” archivos .doc, .pdf, .mp3, .mp4, .xls, .odt, o cualquier otro que se nos ocurra - o que todavía no exista! (Back to the future). Por supuesto, hace falta darse cuenta de algunos detalles adicionales que son propios de la experiencia de campo, pero eso lo dejamos como ejercicio para el lector.
compilarlo con las “flags” adecuadas y listo. Tenemos nuestro propio “binder” para Linux que sirve para cualquier tipo de archivo. Esto quiere decir que podemos “troyanizar” archivos .doc, .pdf, .mp3, .mp4, .xls, .odt, o cualquier otro que se nos ocurra - o que todavía no exista! (Back to the future). Por supuesto, hace falta darse cuenta de algunos detalles adicionales que son propios de la experiencia de campo, pero eso lo dejamos como ejercicio para el lector.
El tercer requerimiento es cumplido
haciendo una simple llamada al sistema con el comando: “xdg-open.”
Este comando selecciona la aplicación que por defecto se encarga de
abrir aplicaciones de este tipo y simplemente la ejecuta. El uso de
este comando se puede ver en nuestro esqueleto de pseudo-C mostrado
más arriba.
El cuarto requerimiento es solucionado
muy fácilmente haciendo uso del formato de salida en C de msfvenom.
Despues de almacenar nuestro payload en la variable “buf”, sólo
queda hacer un cast a una función y ejecutarla. Ésto se
puede ver en nuestro primer %s (placeholder) de pseudo-C presentado
más arriba.
Finalmente, los últimos dos
requerimientos se ganan de forma gratuita al haber seleccionado
cuidadosamente las técnicas descritas anteriormente.
Decidimos probar como primera víctima
a Tails, la distribución de Linux enfocada a la privacidad de sus
usuarios. Sin embargo, la misma técnica funciona exactamente igual
en casi cualquier otra distribución de Linux. A continuación, un
video, que es mucho mejor que mil palabras.
PD: Si quieres ayudarme a probar mi
script “linux_dropper.py” en otras distribuciones no basadas en
gnome, escribeme aquí. Gracias! :D